sábado, abril 14, 2007

EL MITO CASTALIA O LA UNIVERSIDAD ENSIMISMADA



PALIMPSESTOS

Por: Naudy Henrique Lucena


Un mito es una versión alternativa de la realidad, por lo tanto no se necesitan muchas aclaraciones gnoseológicas que abran la posibilidad de dudarlo; pasemos de inmediato a considerar qué es Castalia.

El premio Nóbel de Literatura (1946), escritor Hermann Hesse, describe sutilmente en su obra “El Juego de los abalorios” (1), a Castalia como un espacio simbólico, fuente de la actividad humana: una provincia pedagógica o mundo paralelo, exclusivo, hermético, autárquico y separado del resto de los mundos. De allí la posibilidad de conceptuar a Castalia como un mundo ideal dedicado al cultivo del saber sabido que no tiene otro objetivo ni otro fin sino el de encargarse del viejo oficio espiritual repetitivo de enseñar a enseñar; una parte por su puesto de su gran ilusión y otra de la creación permanente de imaginarios (2) con los cuales amolda los espíritus a su unidad y a su simplicidad.

Al frente de este pequeño mundo, que puede ser cualquiera, o no ser, se levantan otros mundos que también permanecen cerrados en sus círculos de fuego, entre ellos el territorio de los politécnicus, situado al norte, que les corresponde las enseñanzas de las mecánicas celestes y de las ciencias técnicas y talleres y en el extremo límite, al oeste, los pequeños mundos básicus.

A la entrada de Castalia y en el espacio que le corresponde como derecho de frente, se ha instalado a lo macho y caprichosamente una empresa privada de transporte que invade su entorno y hace añicos la visión de los jardines, muy abandonados por cierto, y el de sus antiguas caminerías. Una vez dentro de Castalia, se percibe de inmediato, el caótico mundo de los mercaderes que se han apoderado rápidamente de sus espacios y mantienen una presencia muy activa de acuerdo a sus intereses e inciden indirectamente en las esferas de poder, alterando su orden regular con sus asuntos de mercado, muchas veces pasando por encima y también por debajo o al lado, cabalgando horario o evadiendo la vigilancia de las autoridades, de las autoridades, de las autoridades.

El consumo de energía eléctrica, por ejemplo, de la que se surten gratuitamente, es dos veces mayor que el de la población de Dua-Ka y a los lejos, al mediodía se pueden ver las luces encendidas de sus edificios. Como Castalia es en cierto modo parte de una confederación de Castalias, estas pequeñas situaciones críticas pasan inadvertidas por las autoridades superiores de la sede central de la Gran Castalia, donde reside el gran Magíster Universal de la orden y demás juntas Directivas, menos espiritual que los benedictinos, pero siempre atentos, astutos y muy contemplativos. Su política es la no incidencia, Laissez-Faire, y cualquier información que les llega del resto de las provincias son consideradas más bien como la manera de vivir que tienen éstas de su auto-administración provincial y por lo tanto no interfieren. Sólo ocasionalmente el gran magíster hace su visita a cada una de las Castalias para oír alguna que otra petición y para cancelar directamente las deudas contraídas con las clínicas privadas; congrega a los Castalios y le dice con voz fuerte: “No es mi función hacer esto, tener que asumir las deudas de otros, lo voy a pagar, pero no lo vuelvan a hacer”. Y así como llega, desaparece sin dar tiempo a agradecerle su generosidad.

El gran Magíster, tan ocupado aun no se ha dado cuenta del viraje brusco que en sus objetivos están dando sus Castalias de:

Universitas ------> Corporación

Mientras tanto, si aquellos problemas acumulados se vieran como problemas, como se creyó que algunos podrían creer y alguno tratara de remediarlo, esto causaría seguramente, una gran inestabilidad a la micro-estructura burocrática que las rige. Tal es la situación que si algun Castalio metido o mejor dicho salido tuviera alguna duda mercantil elemental ante la compra por ejemplo de una cadena de Town-Houses* para Castalia y dijera por ejemplo que se aplique el principio de Peter para nombrar una comisión que se encargue de averiguar el asunto; toda la asamblea concurrente de Castalios pensaría de inmediato en que éste hasta podría estar equivocado, preguntando : ¿Cuál es la comisión que queda de esta compra tan millardaria?.

Hay un tráfico pesado de intereses que interactúan con mucha fluidez en los mundos Castalia y hasta llegan a sacudirlos pero nunca los derriban. El orden de Castalia está rigurosamente preservado por un ejercito de burócratas, que por cierto no es una palabra despectiva, antes por el contrario, el burócrata es el alma del sistema; una pieza más en el engranaje que permite el funcionamiento de estos mundos Castalia, y les da vida. Por la burocracia, que por supuesto no es ningún hombre o mujer, nadie se debe sentir aludido, sino todo lo contrario, ella es un sistema La burocracia (3) como se sabe no tiene principio ni fin, no tiene de hecho en si un comienzo, sino que parece mas bien que siempre ha estado allí, en calidad de idea y de ideal, uno de sus imaginarios mas apreciados, parte de sus derivados aguas abajo. Ella es transgénica, relevo generacional, nepótica, amigable, pasada de amigable, familiar, etcétera.

La burocracia eligió a Castalia para poder asentarse y funciona allí como Jonás dentro de la ballena, acuclillada pero cómoda y alerta, siempre y cuando no le cambien sus dos grandes reglas de juego, a saber: la repetición y la variación controlada, mediante las cuales renace sin haber muerto, permanentemente como el ave Fénix.
nhlucena @hotmail.com
To Be Continued….



1.Hermann Hesse (1960). El juego de los abalorios. Ed.Plaza y Janes, S,A. Buenos Aires.
2. Naudy H.Lucena (2006). Construcción de un Imaginario Social. Ed. El perro y la Rana. Caracas.
3. Jesús Vivas (2007). La burocracia:
http://www.edcero.blogspot.com.


[ Este artículo ha sido escrito y enviado por el Dr. Naudy Henrique Lucena, es su obra y creación aún cuando al final del mismo en la presentación aparece la frase "Escrito por Alvy Bryce C. a las X horas...". Es un problema técnico que eperamos solucionar pronto. Presentamos disculpas a nuestros lectores y al autor]

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