Por Hilde Adolfo Sánchez F
Sin vericuetos ni atajos, y ratificando lo dicho públicamente y en privado, grito por la libertad de expresión y reclamo el derecho a la información oportuna y veraz. Ciertamente en el “DIEZ” larense, en el 2 de INTERCABLE y en el 204 de DIRECTV aparece TVES y no el canal del “leoncito” [1]; luego para RCTV la señal “abierta” está “cerrada”, y aunque en la sede del grupo 1BC [2] el personal continúe trabajando el producto no lo vemos por la banda tradicional. Resta determinar las responsabilidades de este doloroso resultado y, como en la construcción de imaginarios sociales todo el mundo es inocente hasta que se demuestra lo contrario, ni al gobierno deberíamos culpar por el cierre, aun cuando es el órgano ejecutor de la negación de renovación de concesión del uso del espectro radioeléctrico en discusión. ¿Tienen los dueños, productores, trabajadores, anunciantes alguna responsabilidad en el cierre de RCTV? ¿Somos los usuarios responsables, en alguna medida, de los medios que tenemos?
Tengo el mismo vacío que sentí cuando desapareció el canal 5 (televisora nacional fundada en 1953 y ahora VALETV, causa de discordia entre las televisoras privadas y VTV) [3]. No sé como se sintieron en Caracas y en otras ciudades con la desaparición de la señal de NCTV, pero en Barquisimeto dejó un sabor muy desagradable. Incluso en el abandono sigue siendo la edificación más hermosa que televisora alguna pueda exhibir en el estado Lara y en muchas otras regiones. Ni la iglesia católica, ni los gobiernos han mostrado preocupación por la recuperación de la señal y por la justa compensación de todos los que allí laboraron, pero a los usuarios, tampoco les importó. Han pasado 6 meses desde la última oferta de solución [4]. PUMA TV nació como una televisora internacional, cambió de dueños en el 2004 y ahora con la posible compra estatal [5], y eso ¿a quién le importa?
Que por razones financieras, presupuestarias, por faltas impositivas, penales, administrativas, legales, etc., se cierre una televisora, un diario, una revista, una emisora (o una cadena de emisoras de radio), jamás se ha constituido en preocupación para muchísimos venezolanos. En cada uno de esos casos se ha mermado el derecho de opinión, el derecho a la información, el derecho al trabajo, a la educación, a la salud y al desarrollo de las potencialidades humanas (Constituciones de la IV y de la V).
¡Qué interesante que el protagonismo político se aleja cada día más de los tradicionales vivianes de las necesidades populares! ¡Qué orgullo ver a más profesionales, amas de casa, trabajadores, y ahora estudiantes, preocupados por los problemas que nos afectan a TODOS los venezolanos! Ahora no necesitamos preguntarles a los estudiantes las causas de su protesta; las conocemos. De manera que ¡vivan las protestas actuales!, se las merezca o no, RCTV. Los venezolanos tendemos a ser muy pasivos ante lo que nos desagrada o ante lo que rechazamos; preferimos guardar silencio y expresar nuestra contradicción en otro contexto temporal o espacial y si reaccionamos muchas veces lo hacemos con violencia, con agresión pues cada expresión de inconformidad, con frecuencia, es atacada groseramente por quien nos considera: quejones, protestatarios, inconformes, necios, etc. La protesta es un derecho legítimo de todos los sectores y niveles de la sociedad; hasta el presidente tiene derecho a la protesta. ¡Vivan las protestas por las deficiencias en la seguridad, en la salud, en la educación, las protestas contra el manejo malévolo de la información, las protestas contra las hegemonías ideológicas, económicas, religiosas. ¡Protesto la violencia simbólica y la ofensa a nuestros símbolos, la incitación al delito, la destrucción ecológica, familiar y comunitaria!
El gobierno tomó una decisión política por lo que la mayoría de las protestas debe tener un fondo político y ambas condiciones son legítimas. Si Rosales fuese el presidente, habría otorgado una renovación indefinida y hereditaria y el país estuviera más encendido, probablemente. Pobres países en los que ni están enterados de la necesidad de democratizar el espectro radioeléctrico, propiedad de todos por lo que es una aberración el eterno uso privilegiado de unos pocos. ¿Será Lusinchi culpable por no haber renovado “indefinidamente” la concesión?
Sin pretender culpar exclusivamente a la televisión, protesto por la homosexualidad mercadeada, por la publicidad con lo erótico como único estímulo creativo avalado hasta por “expertos”, protesto por la práctica sexual precoz más grave que el propio embarazo de niñas. Protesto contra el consumismo que atenta contra nuestra cultura, contra nuestra identidad, y porque no palpamos cómo los grandes países expanden sus raíces hasta donde los idiotas alienados se lo seguimos permitiendo [6]. Protesto por el círculo vicioso consumo – dinero – publicidad – massmedia – consumo.
Que las momentáneas confrontaciones políticas, efímeras con los gobiernos, no arrinconen la seguridad jurídica, empresarial, la televisión decente y nuestra cultura. Entonces, protesto por los ataques contra la protesta y contra los que censuran a los que no protestan. Aunque parezca ridículo, ya veremos templos y espacios deportivos tomados de nuevo por fanáticos chavistas y antichavistas. Ya hay amenazas contra los Leones del Caracas por su conexión con los Cisneros y éstos con la supuesta “genuflexión” de VENEVISIÓN.
Como protestar es expresar impetuosamente una queja o disconformidad, es aseverar con ahínco y con firmeza y también es expresar la oposición a algo o a alguien (DRAE), protesto por los periodistas, por los locutores y demás trabajadores que están sin trabajo por haber ejercido el derecho a opinar, a informar o por haberse negado a mentir. Protesto por los hogares sin sustento por el cierre de fuentes (públicas y privadas) de empleo para los que han escogido y escogen los medios como su cotidianidad.
La oposición remozada ha logrado hacerse sentir nacional e internacionalmente y ése es un precio político que el gobierno supongo lo esperaba en beneficio de la democratización del espectro radioeléctrico; pero también creo que los accionistas de RCTV han logrado gratuitamente la más formidable propaganda. En los actuales momentos los consorcios de servicio de televisión por suscripción ya deben haber calculado sus gigantes “beneficios” con la inserción del canal. Mientras tanto, TVES [7] tiene la responsabilidad de pagar la centenaria deuda de una televisión pobre, deficiente, alienante y de demostrar que en nuestro país hay suficiente inteligencia para generar la excelente televisión que tal vez nos merecemos.
Por fortuna, nacional e internacionalmente, se han multiplicado las posibilidades de estar veraz y oportunamente informados y, aunque tardíamente, nos hemos enterado, por ejemplo de la conexión Centroamérica-Irak [8], de las aberraciones de delincuentes disfrazados de diplomáticos en nuestra América Latina y en el resto de la “periferia” global y por fin estamos descubriendo la belleza natural y cultural que medios “mediatizados” han “camuflajeado”.
Tengo el mismo vacío que sentí cuando desapareció el canal 5 (televisora nacional fundada en 1953 y ahora VALETV, causa de discordia entre las televisoras privadas y VTV) [3]. No sé como se sintieron en Caracas y en otras ciudades con la desaparición de la señal de NCTV, pero en Barquisimeto dejó un sabor muy desagradable. Incluso en el abandono sigue siendo la edificación más hermosa que televisora alguna pueda exhibir en el estado Lara y en muchas otras regiones. Ni la iglesia católica, ni los gobiernos han mostrado preocupación por la recuperación de la señal y por la justa compensación de todos los que allí laboraron, pero a los usuarios, tampoco les importó. Han pasado 6 meses desde la última oferta de solución [4]. PUMA TV nació como una televisora internacional, cambió de dueños en el 2004 y ahora con la posible compra estatal [5], y eso ¿a quién le importa?
Que por razones financieras, presupuestarias, por faltas impositivas, penales, administrativas, legales, etc., se cierre una televisora, un diario, una revista, una emisora (o una cadena de emisoras de radio), jamás se ha constituido en preocupación para muchísimos venezolanos. En cada uno de esos casos se ha mermado el derecho de opinión, el derecho a la información, el derecho al trabajo, a la educación, a la salud y al desarrollo de las potencialidades humanas (Constituciones de la IV y de la V).
¡Qué interesante que el protagonismo político se aleja cada día más de los tradicionales vivianes de las necesidades populares! ¡Qué orgullo ver a más profesionales, amas de casa, trabajadores, y ahora estudiantes, preocupados por los problemas que nos afectan a TODOS los venezolanos! Ahora no necesitamos preguntarles a los estudiantes las causas de su protesta; las conocemos. De manera que ¡vivan las protestas actuales!, se las merezca o no, RCTV. Los venezolanos tendemos a ser muy pasivos ante lo que nos desagrada o ante lo que rechazamos; preferimos guardar silencio y expresar nuestra contradicción en otro contexto temporal o espacial y si reaccionamos muchas veces lo hacemos con violencia, con agresión pues cada expresión de inconformidad, con frecuencia, es atacada groseramente por quien nos considera: quejones, protestatarios, inconformes, necios, etc. La protesta es un derecho legítimo de todos los sectores y niveles de la sociedad; hasta el presidente tiene derecho a la protesta. ¡Vivan las protestas por las deficiencias en la seguridad, en la salud, en la educación, las protestas contra el manejo malévolo de la información, las protestas contra las hegemonías ideológicas, económicas, religiosas. ¡Protesto la violencia simbólica y la ofensa a nuestros símbolos, la incitación al delito, la destrucción ecológica, familiar y comunitaria!
El gobierno tomó una decisión política por lo que la mayoría de las protestas debe tener un fondo político y ambas condiciones son legítimas. Si Rosales fuese el presidente, habría otorgado una renovación indefinida y hereditaria y el país estuviera más encendido, probablemente. Pobres países en los que ni están enterados de la necesidad de democratizar el espectro radioeléctrico, propiedad de todos por lo que es una aberración el eterno uso privilegiado de unos pocos. ¿Será Lusinchi culpable por no haber renovado “indefinidamente” la concesión?
Sin pretender culpar exclusivamente a la televisión, protesto por la homosexualidad mercadeada, por la publicidad con lo erótico como único estímulo creativo avalado hasta por “expertos”, protesto por la práctica sexual precoz más grave que el propio embarazo de niñas. Protesto contra el consumismo que atenta contra nuestra cultura, contra nuestra identidad, y porque no palpamos cómo los grandes países expanden sus raíces hasta donde los idiotas alienados se lo seguimos permitiendo [6]. Protesto por el círculo vicioso consumo – dinero – publicidad – massmedia – consumo.
Que las momentáneas confrontaciones políticas, efímeras con los gobiernos, no arrinconen la seguridad jurídica, empresarial, la televisión decente y nuestra cultura. Entonces, protesto por los ataques contra la protesta y contra los que censuran a los que no protestan. Aunque parezca ridículo, ya veremos templos y espacios deportivos tomados de nuevo por fanáticos chavistas y antichavistas. Ya hay amenazas contra los Leones del Caracas por su conexión con los Cisneros y éstos con la supuesta “genuflexión” de VENEVISIÓN.
Como protestar es expresar impetuosamente una queja o disconformidad, es aseverar con ahínco y con firmeza y también es expresar la oposición a algo o a alguien (DRAE), protesto por los periodistas, por los locutores y demás trabajadores que están sin trabajo por haber ejercido el derecho a opinar, a informar o por haberse negado a mentir. Protesto por los hogares sin sustento por el cierre de fuentes (públicas y privadas) de empleo para los que han escogido y escogen los medios como su cotidianidad.
La oposición remozada ha logrado hacerse sentir nacional e internacionalmente y ése es un precio político que el gobierno supongo lo esperaba en beneficio de la democratización del espectro radioeléctrico; pero también creo que los accionistas de RCTV han logrado gratuitamente la más formidable propaganda. En los actuales momentos los consorcios de servicio de televisión por suscripción ya deben haber calculado sus gigantes “beneficios” con la inserción del canal. Mientras tanto, TVES [7] tiene la responsabilidad de pagar la centenaria deuda de una televisión pobre, deficiente, alienante y de demostrar que en nuestro país hay suficiente inteligencia para generar la excelente televisión que tal vez nos merecemos.
Por fortuna, nacional e internacionalmente, se han multiplicado las posibilidades de estar veraz y oportunamente informados y, aunque tardíamente, nos hemos enterado, por ejemplo de la conexión Centroamérica-Irak [8], de las aberraciones de delincuentes disfrazados de diplomáticos en nuestra América Latina y en el resto de la “periferia” global y por fin estamos descubriendo la belleza natural y cultural que medios “mediatizados” han “camuflajeado”.
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[1] Símbolo de Radio Caracas Televisión.
[2] El Centro Corporativo 1BC es una corporación privada venezolana que posee empresas diversas tales como Radio Caracas Televisión (RCTV), ETHERON, 92.9 tu FM, SONOGRÁFICA, FONOVIDEO, RECORDLAND, y RADIONET, para nombrar algunos. Este conglomerado empresarial es presidido por el Dr. Marcel Granier. Su sede principal se encuentra en Caracas, Venezuela. (Tomado de http://es.wikipedia.org/wiki/Empresas_1BC)
[3] PRODUCTO ON LINE: Canal de la discordia. Ver en: http://www.producto.com.ve/185/notas/vale.html
[4] MÓNICA CASTRO. Presidente de canal NCTV descarta retaliación política. Especial para El Universal. http://www.manduca.com/2007/01/22/pol_art_150448.shtml
[5] Marcelino Bisbal (UCAB). MERCADO / MEDIOS. El Estado Comunicador en: http://www.gerente.com/revistas/gerente/0307/venezuela/merc3_0307.html
[6] Sánchez, H. Concesión compulsiva. http://edcero.blogspot.com/2007/03/concesin-compulsiva.html
[7] Venezolana Social. Sustituye a Radio Caracas Televisión en la frecuencia abierta VHF (Canal 2)
[8] Ver Noam Chomsky. El Periódico de Aragón: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=2810
[1] Símbolo de Radio Caracas Televisión.
[2] El Centro Corporativo 1BC es una corporación privada venezolana que posee empresas diversas tales como Radio Caracas Televisión (RCTV), ETHERON, 92.9 tu FM, SONOGRÁFICA, FONOVIDEO, RECORDLAND, y RADIONET, para nombrar algunos. Este conglomerado empresarial es presidido por el Dr. Marcel Granier. Su sede principal se encuentra en Caracas, Venezuela. (Tomado de http://es.wikipedia.org/wiki/Empresas_1BC)
[3] PRODUCTO ON LINE: Canal de la discordia. Ver en: http://www.producto.com.ve/185/notas/vale.html
[4] MÓNICA CASTRO. Presidente de canal NCTV descarta retaliación política. Especial para El Universal. http://www.manduca.com/2007/01/22/pol_art_150448.shtml
[5] Marcelino Bisbal (UCAB). MERCADO / MEDIOS. El Estado Comunicador en: http://www.gerente.com/revistas/gerente/0307/venezuela/merc3_0307.html
[6] Sánchez, H. Concesión compulsiva. http://edcero.blogspot.com/2007/03/concesin-compulsiva.html
[7] Venezolana Social. Sustituye a Radio Caracas Televisión en la frecuencia abierta VHF (Canal 2)
[8] Ver Noam Chomsky. El Periódico de Aragón: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=2810
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